La sal de Epsom, un mineral milagroso
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Desde hace siglos, la sal de Epsom es utilizada para luchar contra diversas dolencias tales como el dolor muscular, el estrés y hasta para conciliar el sueño por la noche. Lo que también la hace tan popular es su fácil disponibilidad.
A continuación te explicamos algunos de los beneficios del uso de la sal de Epsom y te sugerimos algunas formas de prepararla.
¿Cómo funciona la sal de Epsom?
La sal de Epsom contiene un mineral central, el sulfato de magnesio. Una vez disuelto en agua, libera iones de magnesio y sulfato que se absorben en el agua y se abren camino para brindar enormes beneficios a la salud. La sal de Epsom disuelta en agua sigue siendo una de las formas más comunes de usarla.
¿Cuáles son los beneficios para la salud del uso de la sal de Epsom?
Si bien los beneficios de la sal de Epsom están en estudio, muchos la aclaman por sus usos terapéuticos y como remedio alternativo. Veamos algunos de sus beneficios:
Suplemento de magnesio:
Reduce el riesgo de depresión: la sal de Epsom funciona para reducir los niveles de estrés, ayuda al cerebro a producir buenos neurotransmisores, promueve la producción de dopamina y cuida el bienestar mental.
Mejora la recuperación y el rendimiento del ejercicio:
Reduce el dolor y la hinchazón:
Cómo usar la sal de Epsom
Si deseas realizar un baño de sal de Epsom, agrega aproximadamente 2 tazas de sal (300-400 gramos) al agua (bañera/agua corriente). Puede ser terapéutico y altamente relajante. Usar una cucharada o dos también puede ayudar a masajear la piel y promover el flujo sanguíneo.
Recetas de sal de Epsom para baño en casa
A continuación te dejamos tres recetas para que uses la sal de Epsom:
Baño de lavanda y avena con sal de Epsom
La lavanda tiene un aroma relajante y la avena calma la piel, incluso para las personas con piel sensible y seca. Combinado con la sal de Epsom, el baño es naturalmente refrescante, limpiador y calmante tanto para el cuerpo como para la mente.
Ingredientes e instrucciones:
1 taza de sal de Epsom
¼ taza de flores de lavanda seca
½ taza de avena (avena integral)
Coloca la lavanda y la avena en un procesador de alimentos o licuadora y procese a alta velocidad hasta obtener una mezcla fina que parezca harina integral. Revuelve la mezcla de avena y lavanda con la sal de Epsom y vierte en un recipiente limpio y seco. Agrega media taza a tu baño mientras llenas la tina. Remojar durante 15 a 20 minutos.
Baño de mostaza, sal de Epsom y eucalipto
Esta es una receta popular en Inglaterra para reducir el estrés, aliviar los músculos adoloridos y mejorar el sueño. Prueba con un baño o remojo de pies. El calor de la mostaza abre los poros, permitiéndote sudar las impurezas.
Ingredientes e instrucciones:
1 taza de sal de Epsom
2 cucharadas de mostaza en polvo
2 gotas de aceite esencial de romero
2 gotas de aceite esencial de eucalipto
Mezcla los ingredientes y vierte en un recipiente limpio y seco. Agrega un cuarto de taza al baño con agua corriente.
Para un baño de pies: Agrega 1 cucharada de polvo de baño a un recipiente con agua caliente, luego remoje sus pies durante 15 minutos.
Baño de bicarbonato, sal de Epsom y sal marina
Sumergirte en un baño tibio de sal de Epsom te hará sentir más tranquilo, reducirá el estrés y aliviará los músculos adoloridos y las articulaciones rígidas. Este baño relajante es ideal antes de acostarse, ya que ayuda a tratar su cuerpo cansado y lo ayuda a dormir.
Ingredientes e instrucciones:
1 taza de sal de Epsom
¼ taza de sal marina
¼ taza de bicarbonato de sodio
Mezclar todos los ingredientes y verter en un recipiente limpio. Vierte las sales bajo el chorro de agua mientras llenas la bañera. Deja que las sales se disuelvan. Esto ayuda a estimular la circulación, reducir la inflamación y relajar los músculos. Después, si tienes la piel seca, utiliza un aceite natural o una loción corporal.
